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En línea con su estrategia de sostenibilidad, que busca crear una economía más inclusiva y sostenible, el Grupo Credicorp, holding financiero líder en el Perú, encargó a la empresa Ipsos el desarrollo del Índice de Inclusión Financiera (IIF) en Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Perú, el cual pone a disposición de las autoridades, la comunidad académica y la sociedad en general de la región.

«Al revisar la información disponible sobre inclusión financiera en América Latina vimos que no existía una herramienta comparativa desde el lado de la demanda, lo cual dificultaba comprender mejor los retos de la inclusión. Creemos que este índice es una herramienta novedosa que ayudará a tomar mejores decisiones para incluir a más personas al sistema financiero formal, lo que generará más bienestar social. En Credicorp estamos convencidos de que la inclusión financiera es mucho más profunda que la bancarización”, señaló Enrique Pasquel Rodríguez, gerente de la División de Asuntos Corporativos de Credicorp.

Para la construcción del IIF se han considerado tres dimensiones: acceso, uso y calidad percibida. Asimismo, se definió una escala de 0 a 100, en la que un mayor puntaje significa un mayor nivel de inclusión financiera. Según el IIF, el promedio obtenido por los siete países analizados es de 38.3. Panamá registró el mayor puntaje con 52.2. Le siguen Chile (51.6), Ecuador (46.9), Bolivia (38.9), Colombia (38.3), Perú (37.9) y México (35.0).

Enrique Pasquel recordó que para Credicorp impulsar la inclusión financiera es imperativo, pues es la vía para que más personas y empresas puedan cumplir sus planes, desarrollarse y crecer, y con ello alcanzar niveles de bienestar.

El IIF en Bolivia

Según el IIF de Credicorp, Bolivia obtuvo un puntaje de 38.9, ligeramente por encima del promedio regional (38.3) y se ubica a la mitad del ránking en las dimensiones de acceso (39.3) y de calidad percibida (56.9). Sin embargo, tiene el más bajo nivel de la región en la dimensión de uso (20.7).

Calidad percibida

Esta dimensión analiza la confianza y calidad de los productos financieros disponibles. Bolivia se ubica en el cuarto lugar del ránking en la dimensión de calidad percibida con un puntaje de 56.9. En un rango del 1 al 5, los bolivianos calificaron la confianza en su sistema financiero formal con un promedio de 3.22, la segunda evaluación más alta de la región, luego de Panamá (3.65). Asimismo, respecto a la imagen que tienen las instituciones financieras, Bolivia se ubica entre los tres países de la región con mejor percepción. En un rango del 1 al 5, Bolivia obtiene un 3.17 de 5.0 en la evaluación general de la imagen de las instituciones financieras. Le superan solo Panamá (3.41) y Ecuador (3.19).

El 40% de los bolivianos manifestó su confianza en las instituciones financieras de su país, mientras que el 22% no confía. Asimismo, el 42% de los encuestados calificó de manera positiva la imagen de los bancos privados y un 18%, por el contrario, tiene una percepción negativa.

Bolivia también se encuentra entre los tres países mejor puntuados (3.23 sobre 5.0), en cuanto a amplitud física del sistema financiero; es decir, la cantidad de agentes, cajeros y sucursales, que tienen las instituciones en el territorio. Por último, el 35% de los bolivianos califica de buena o muy buena la utilidad de las billeteras móviles.

Acceso

Esta dimensión del IIF toma en consideración la infraestructura financiera, el conocimiento y la tenencia de productos de ahorro o seguro. Si bien el 30% de los bolivianos refirió que no realizó transacciones financieras presenciales, Bolivia se ubica como el segundo país con el mayor número de transacciones realizadas por persona al registrar un promedio de 2.63 transacciones, muy por encima de la media regional (1.81). Solo le supera Ecuador con 2.77 transacciones por persona.

De otro lado, el 87% de los bolivianos afirma conocer, al menos, un producto financiero formal. El promedio de productos financieros que conocen los bolivianos es de 6.11, por encima de la media regional (5.33). Los productos financieros más conocidos son: cuenta de ahorros o cuenta corriente (65%), préstamos (60%) y tarjeta de crédito (55%). Asimismo, el 83% de los bolivianos tiene, al menos, un producto financiero formal de ahorro o seguros. Si bien el 44% de bolivianos tiene una cuenta de ahorros o cuenta corriente, el 40% no tiene ningún producto financiero para el ahorro. No obstante, el 60% afirma tener un seguro de salud público.

Un dato interesante es que si bien el 37% de los bolivianos conoce sobre las billeteras móviles o una cuenta conectada al celular, solo el 15% del total de encuestados tiene esta aplicación financiera.

Respecto a los obstáculos para acceder al sistema financiero, el 54% de los bolivianos observa, al menos, una barrera para tener productos financieros y las principales razones son: no le alcanza, poca ganancia por ahorros y falta de interés.

Uso

En esta dimensión se analiza la información sobre las transacciones básicas, ingresos y ahorros. Bolivia tiene el más bajo nivel de la región en esta dimensión (20.7). Ello se refleja, además, en que sea el país con el menor promedio de la región en uso de medios de pago bancarizado: 0.80 operaciones por persona, por debajo de la media en los siete países (1.19). 64% de los bolivianos no utiliza medios bancarizados para pagar productos o servicios, 10 puntos por encima del promedio regional (54%).

Asimismo, el uso de efectivo es una práctica generalizada en Bolivia. Más de 95% de los habitantes usa cash para pagar sus compras de alimentos, productos del hogar y de uso personal. En la región, el 73% de los habitantes afirma no haber ahorrado durante el último año. En Bolivia, el 66% no ahorró. Del grupo de bolivianos que sí ahorro, el 19% lo hace a través de medios formales. El 48% de los bolivianos que ahorra guarda su dinero en una institución financiera y el 35% en su casa, en una alcancía o bajo el colchón.

Hallazgos regionales

Al revisar de forma agregada los resultados, se encontró una serie de desafíos comunes para los 7 países, los cuales se relacionan con variables como la educación, género, edad y zona de residencia. Respecto a la primera variable se evidenció que, a mayor nivel educativo de las personas, mayor inclusión financiera. Por ejemplo, quienes tienen estudios universitarios alcanzan un puntaje de 55.1, por encima de aquellos con estudios técnicos (45.5) o de educación secundaria (36.4).

Respecto al género, los datos expresan que los hombres tienen una mayor inclusión financiera frente a las mujeres, con puntajes de 41 y 35.9, respectivamente. En relación con la edad, las personas mayores suelen tener menores niveles de inclusión: para el rango de edad entre 26 y 42 años el puntaje es 42, mientras que para los mayores de 60 años el puntaje es de 29.6.

Por último, de acuerdo con el IIF, vivir en ámbitos rurales y urbanos es un condicionante de la inclusión financiera en todos los países, principalmente en la dimensión de uso, en la que se observa una diferencia de 11 puntos entre el ámbito urbano (26.9) y el ámbito rural (15.9).

Acerca del índice

El índice de inclusión financiera (IIF) está construido sobre la base de 1.200 encuestas presenciales y telefónicas realizadas a personas mayores de 18 años en cada uno de los 7 países en los que tiene operación el Grupo Credicorp (Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, Perú y México) en el periodo comprendido entre mayo y junio de 2021. Para efectos metodológicos y conceptuales debe tenerse en cuenta las siguientes definiciones: i). Acceso es la capacidad o posibilidad de los individuos para poder usar o acceder a servicios financieros formales; ii). Uso es la intensidad, frecuencia y permanencia del empleo o utilización de servicios y productos financieros; y iii.) Calidad percibida comprende la percepción sobre la adecuación, adaptación y relevancia que tienen los servicios y productos financieros para satisfacer las necesidades.

Puedes acceder al Índice de Inclusión Financiera de Credicorp aquí.

Sobre Credicorp

Holding de servicios financieros líder en el Perú con presencia en Bolivia, Chile, Colombia, Estados Unidos y Panamá. Cuenta con un portafolio diverso de servicios organizado en cuatro líneas de negocio: Banca Universal, a través del Banco de Crédito del Perú – BCP y Banco de Crédito de Bolivia; Microfinanzas, a través de Mibanco y Mibanco Colombia; Seguros y Fondos de Pensiones, a través de Grupo Pacifico y Prima AFP; y Banca de Inversión y Gestión de Patrimonios, a través de Credicorp Capital, Gestión de Patrimonios del BCP y Atlantic Security Bank. Asimismo, a través de Krealo, el brazo innovador de la corporación, se crean, invierten y gestionan fintechs en la región.